domingo, 13 de noviembre de 2011

LOS HOMBRES DE VERDAD VAN A TEHERAN


En el 2003 cuando se estaba en preparaciones para la invasión a Iraq, que se suponía seria “pan comido,” y se pensaba ya en Siria o Irán como el siguiente “blanco,” una de las bromas más recurrentes dentro del grupo de ideólogos  neoconservadores (neocons) que formaban parte de la  administración de G.W. Bush era la de “Los hombres de verdad van a Teherán” (Real men go to Teherán). Los neoconservadores nunca escondieron su deseo de provocar un “cambio de régimen” en Iran a través de una intervención militar de los Estados Unidos y hasta hicieron que se incluyera a Irán dentro de la ya famosa frase retorica de Bush del “Eje del Mal” que también incluía a Iraq y Corea del Norte. Mucha agua ha corrido desde esos días hasta la presente fecha.

Precisamente el miércoles 10 de noviembre 2011 se dio a conocer el reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de la ONU sobre las actividades del Programa Nuclear de la República Islámica de Irán. Como era de esperarse y como se había especulado ampliamente, la AIEA de la mano del títere de Washington, el japonés Yukiya Amano, director general de dicha agencia, presento su reporte en el cual en forma bastante ambigua señala que toda la información recabada por los inspectores de armas de la ONU apunta a que Irán ha estado trabajando en la producción de la bomba atómica. Inmediatamente se desató toda una ola de variadas especulaciones y análisis  desde los diferentes medios de prensa escrita y en los numeroso sitios web de la Internet. Antes de entrar en algunas consideraciones al respecto vale la pena mencionar que Irán ha estado en los planes guerreristas de Washington por los últimos 30 años. Desde la Revolución que derroco al Sha Mohammed Reza Pahlavi en 1979 y la ascensión al poder del Ayatollah Ruhollah Kkomeini, Irán se ha convertido en un acérrimo enemigo de los Estados Unidos, un obstáculo para los planes imperialistas de este y su aliado incondicional Israel.

Un poco de historia es importante para familiarizarse y para contextualizar el estado crítico de las relaciones actuales entre Irán  y los Estados Unidos. En 1953 el democráticamente electo presidente de Irán Mohammed Mosaddegh fue derrocado en un golpe de estado orquestado por la CIA y el MI-5 de Inglaterra que resentía enormemente la perdida de los derechos a la explotación de los recursos petroleros de Irán que había ejercido en forma absoluta desde 1913 a través de la Anglo-Iraní Oil Company (AIOC) que era controlada en su totalidad por el gobierno Británico. Es de suma importancia notar que fue después del derrocamiento de Mosaddegh y el instalamiento del Sha en el poder, que se inicio bajo los auspicios de los Estados Unidos el actual Programa Nuclear de Irán. En ese entonces se estableció el Programa Civil de Cooperación Nuclear conocido como Átomos por la Paz. En 1976 el presidente Gerald Ford firmo una directiva ofreciendo a Irán la oportunidad de comprar y operar una instalación construida por los Estados Unidos para la extracción de plutonio. El trato especificaba como meta el trabajar en un ciclo de “combustible nuclear” completo. El documento que delineaba la estrategia de G. Ford establecía que la “que la introducción de energía nuclear serviría para proveer a las crecientes necesidades de la economía de Irán, al mismo tiempo que mantendría libre el acceso a las reservas de petróleo para la exportación o para su conversión en petroquímicos.” Henry Kissinger en ese entonces Secretario de Estado,  recordó en el 2005, “No creo que el asunto de la proliferación nuclear fuera considerada.” El 4 de Noviembre de 1979 se llevo a cabo uno de los eventos más significativos en la historia de las tensas relaciones entre Irán y Estados Unidos: La toma de la Embajada Norteamericana en Teherán por un grupo de estudiantes revolucionarios que mantuvo como rehenes a 52 norteamericanos por espacio de 444 días hasta que fueron dejados en libertad el 20 de Enero de 1989.

En definitiva ha sido la crisis de los rehenes la que ha marcado hasta hoy en día el crítico estado de las relaciones entre ambos países con amenazas constantes de parte de los Estados Unidos hacia el gobierno Iraní. El que la Revolución Islámica haya revertido todas las concesiones otorgadas por el Sha a los Estados Unidos ha sido un golpe terrible para las ambiciones imperialistas de este. Algo que ha sido imposible de digerir y que ha provocado la furia de las sucesivas administraciones Norteamericanas que han presenciado con impotencia como la República Islámica de Irán se ha convertido en un contrapeso para los intereses económico-militares de dominación estadounidenses en toda la región del Medio Oriente y del Sud Este Asiático. Como he mencionado anteriormente Irán ha estado desde hace aproximadamente 30 años en los planes de guerra de Washington como también de Israel, su aliado incondicional en el Medio Oriente. Israel es el único país en dicha región que posee armas nucleares que se estima entre 200 y 400 superior inclusive al arsenal nuclear británico y que paranoicamente ve a Irán como una amenaza existencial a su integridad territorial aun y cuando Irán no posee armas nucleares ni ha invadido a país alguno en la región. Todo esto nos lleva a considerar el recién reporte de AIEA con relación a las actividades nucleares Iraníes y las posibles y terribles implicaciones para el Medio Oriente y más allá de la región.

De acuerdo las conclusiones del Estimado de Inteligencia Nacional elaborado por las agencias de inteligencia norteamericanas en el 2007, Irán había suspendido todo esfuerzo en la construcción de armas nucleares en el 2004. Lo anterior constituyo un duro revés a las intenciones de la administración de G.W. Bush de imponer sanciones más severas o hasta atacar militarmente a Irán. Contrario a lo concluido en el Estimado de Inteligencia Nacional en el 2007, el reciente reporte emitido por la AIEA establece que los inspectores de armamentos de la ONU han amasado una considerable cantidad de nuevas evidencias, que según ellos, hacen “creíble” el caso de que “Irán ha estado llevando a cabo actividades relevantes destinadas al desarrollo de un artefacto nuclear,” y que el proyecto “puede todavía” estar en marcha. Los resultados producto de las investigaciones de la AIEA han encendido de nuevo el debate entre los aliados Occidentales e Israel a cerca de si el incremento de las presiones diplomáticas, sanciones, sabotajes o acciones de carácter militar pueden poner un alto al programa nuclear Iraní. A sabiendas de que los resultados de sus investigaciones enfrentarían el escrutinio y el escepticismo a raíz de las fallas o el mal intencionado manejo de los informes de inteligencia que precedieron y luego dieron lugar a la invasión de Iraq, los inspectores elaboraron toda una sección del reporte llamada “credibilidad de la información.” La información, aseguran ellos, viene de más de 10 países y de fuentes independientes apoyadas en algunos casos por entrevistas con personal extranjero que supuestamente han participado o ayudado a Irán en el desarrollo de su programa nuclear.

En una de las partes del reporte y de manera contradictoria los inspectores afirman que Irán no ha desarrollado las habilidades tecnológicas  necesarias como tampoco pueden predecir cuánto tiempo le tomará a Irán para estar en condiciones de producir un arma nuclear. Los inspectores tampoco afirman la existencia de algún laboratorio de armas o proveen evidencia alguna de que exista un arma completamente construida. En el reporte, Yukiya Amano, director de la AIEA afirma que los inspectores amasaron más de 1000 páginas de documentos presumiblemente filtrados clandestinamente desde Irán. Amano dijo que los documentos muestran la existencia de “investigación, desarrollo y actividades de prueba” con tecnología que sería muy útil en el  diseño de una arma nuclear. Además dijo que “un número de individuos” envueltos en las actividades en Irán habían proveído información descrita como “consistente” con la inteligencia de más de 10 países, los cuales “no nombró,” incluyendo algunos demostrando “las técnicas de manufacturación para ciertos componentes de alta carga explosiva,” de los Iraníes.

Lo anterior constituye un breve resumen de la totalidad del reporte de la AIEA, tomado del New York Times y como el mismo medio lo especifica en otro de sus  reportajes al respecto, este último reporte, contrario al emitido por el Estimado de Inteligencia Nacional 2007, no cambia de manera fundamental el debate sobre cómo manejar las ambiciones nucleares de Irán, a pesar de las llamadas de los Republicanos en el Congreso y de los candidatos a la presidencia que demandan sanciones más severas. Como se había anticipado por muchos medios informativos y expertos independientes el reporte de la AIEA contiene muchas fallas y prácticamente no ofrece nuevas pruebas que puedan considerarse como irrefutables como lo demuestra el hecho de que los inspectores de la ONU digan “no estar seguros de que Irán haya desarrollado las habilidades tecnológicas necesarias así como tampoco pueden predecir el tiempo que le tomará a Irán  producir una arma nuclear,” o que también digan que el proyecto puede “todavía” estar en marcha. Quizás el escepticismo y la fuerte crítica a la que ha sido sometido el reporte de los inspectores de armas de la ONU se refleja en la cautelosa reacción de la administración de  Obama en público como en privado después de haberse dado a conocer el reporte aun y cuando el reporte contó con la participación de oficiales de la inteligencia Americana en la preparación del mismo.  También refleja la renuencia de la Casa Blanca a incitar una guerra de palabras-incluyendo la ampliamente discutida posibilidad de un ataque preventivo por parte de Israel- pero también una cuidadosa estrategia para permitir que el reporte de la AIEA hable por sí mismo con la “esperanza” de que la presión económica y diplomática se intensifique sobre Irán. Por ahora, de acuerdo algunos oficiales, no está bajo discusión una respuesta militar norteamericana, aunque presumiblemente operaciones de inteligencia para minar las actividades nucleares de Irán continúan en serio.

Las reacciones de Irán así como de Rusia y China no se hicieron esperar. Oficiales Iraníes sugirieron, aun antes de que el reporte de los inspectores de la ONU fuera dado a conocer, que era un documento politizado destinado a darle fuerza a la posibilidad de un ataque militar de Israel sobre Irán. La Agencia Oficial de Noticias de Irán (IRNA) refutó en forma más detallada el reporte de la AIEN diciendo que la nueva evidencia se deriva de una laptop que fue robada a un oficial Iraní en el 2004. La agencia noticiosa hizo notar que Yukiya Amano director de la AIEN visito Washington la semana pasada y lo acusó de seguir las ordenes de los Estados Unidos para publicar el reporte. Las nuevas evidencias aun si son aceptadas como verdades, según la agencia noticiosa, todas están basadas en simulaciones computarizadas y no en “actividades prácticas.” Es por esa razón que la agencia ha llamado “estudios” a todo el proyecto. No existe evidencia en esos documentos que prueben que los estudios han sido cambiados por proyectos o actividades practicas. Finalmente IRNA se refirió a los cables de Wikileaks publicados el 2010 en los cuales Amano dice que su posición con respecto al Programa Nuclear de Irán no difiere sustancialmente del punto de vista de la administración Americana. Rusia y China ahora con la experiencia de  la NATO en  Libia han dejado en claro que no votaran en el Consejo de Seguridad de la ONU por más sanciones en contra de Irán, dejando así dividida desde sus inicios cualquier acción internacional en contra de Irán. Por otra parte las reacciones a favor del reporte de la AIEA tampoco se hicieron esperar. El New York Times como fiel vocero de los intereses imperialistas de los Estados Unidos catalogó el reporte como “meticuloso” declarando que son mínimas las dudas que deja a cerca de las ambiciones de Teherán. En su editorial aprueba completamente la metodología usada por la AIEN en la elaboración de su reporte, declarando: El reporte es penetrante y amplio. …Lo que le da al reporte una particular credibilidad es lo meticuloso de la información de la cual se deriva el reporte. Po su parte los editores del Washington Post en línea con la ideología de los neoconservadores se manifestaron entusiasmados con el reporte, escribiendo: “La evidencia de la AIEA, la cual incluye 1000 páginas de documentos, entrevistas con científicos renegados que han ayudado a Irán y material proveído por 10 gobiernos, debe de terminar los serios debates a cerca de si el programa nuclear Iraní es para fines pacíficos.” Pero como escribe Paul Pillar un ex prominente analista de la CIA en un artículo publicado por la revista electrónica Consortiumnews “El muy publicitado reporte de los inspectores de armas de la ONU sobre la supuestas intenciones de Irán de obtener una bomba nuclear contenía poco que era nuevo, mucha era ya información pasada de moda, y nada que pueda ser confirmado de manera independiente.” Sin embargo nota el mismo analista, “todavía tuvo un gran impacto.”

Pero sin duda la poca confiabilidad del reporte de la AIEA quedó de manifiesto ante la cautelosa reacción de la Casa Blanca que prefirió guardar silencio tanto en público como en privado dado posiblemente a lo mucho que está en juego en lo diplomático y militar con relación al Programa Nuclear Iraní. Sin duda que la reacción de la Casa Blanca constituyó un duro revés para los planes guerreristas del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu y para todos sus aliados neoconservadores en Washington. Claro que no se quedaran con los brazos cruzados pues la guerra encubierta en contra de la República Islámica de Irán continúa. Hace unos pocos días el Wall Street Journal reporto que Estados Unidos está armando hasta los dientes, con armamento altamente sofisticado, a los Emiratos Árabes Unidos posiblemente en preparación para un conflicto armado con Irán. También se sabe de la existencia de una nueva versión del virus Stunext que no hace mucho tiempo se empleo para sabotear la red de computadoras que controlan el Programa Nuclear Iraní. Ayer mismo fuentes de inteligencia bien informadas reportaron las explosiones simultáneas en dos depósitos de armas en Irán.

Los neoconservadores en Washington sin duda deben estar desilusionados ante lo contradictorio y la poca fiabilidad de la información contenida en el reporte de la AIEA y por ahora sienten que sus grandiosos sueños de marchar por la calles de Teherán ondeando la bandera de las barras y las estrellas ha sido momentáneamente abortado, pero no cejaran.



Marvin Najarro







Publicado por Marvin Najarro
CT, USA.  

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