martes, 7 de agosto de 2012

LAS OSAMENTAS...



INTRODUCCIÓN

El lenguaje utilizado por el señor Méndez Ruiz es de una semanticidad muy especial, que exhibe un pensamiento ultrarreaccionario militante donde el clima de distensión creado aparentemente por los Acuerdos de Paz no han permeabilizado esas mentes, como la de él, de suyo marcada por pliegues, tenebrismo e imbricaciones de fanatismo e intolerancia, al punto de afirmar que a los oficiales a cargo de ese destacamento militar instalado en ese lugar a principios de la década de los años 80, entre otros Cabrera Mejía, Méndez Ruiz y Arturo de la Cruz, “El Canche”; el Ministerio Público y la Asociación de Antropología Forense de Guatemala “le han tendido una emboscada”. Pero agrega también algo inquietante y repudiable al declarar: (…) es asunto peligroso y va a correr sangre. De hecho, lo dicho no es una expresión de prevención sino una flagrante amenaza de muerte. Ese tipo de expresiones deben ser difundidas por todos los medios posibles y sancionadas por la opinión ciudadana nacional e internacional pues nadie es superior a la ley y toda aquella persona que se presuma haber cometido semejantes atrocidades, debe ser investigada respetando las normas del debido proceso y de ser responsables, sin lugar a dudas, deben ser severamente castigados. Es muy sintomático enterarse que uno de estos personajes sospechosos de graves violaciones a los derechos humanos durante los años del conflicto armado, ahora disponga de una empresa de seguridad, que además de eso, podría tratarse de grupos ilegales armados proclives, por la filiación de sus jefes, a cometer cualquier ilegalidad. Es una tarea pendiente de CICIG y que está dentro de su mandato. Valentín Zamora Altamirano.





LAS OSAMENTAS LOCALIZADAS EN COBÁN

SON DE UN CEMENTERIO

Los responsables del destacamento, durante los años ochenta, coinciden en que los huesos encontrados corresponden a vecinos de una aldea ubicada dentro de la zona militar.















Por Carolina Gamazo cgamazo@elperiodico.com.gt
Agosto 6, 2012



Entierros individuales
José Suasnávar, subdirector ejecutivo de la FAFG, descartó que las osamentas pertenezcan a un cementerio. Dijo que en los cementerios los cuerpos se entierran en fosas individuales “en posición de descanso. El cuerpo totalmente extendido, colocado sobre su dorsal, las piernas extendidas, los brazos sobre su vientre, pecho o a los lados”. Las osamentas del destacamento fueron halladas en fosas comunes, con signos de tortura o inmovilidad.


Los militares que estuvieron a cargo de distintas secciones de la Zona Militar 21 de Cobán, Alta Verapaz, durante los años ochenta tienen una misma versión de lo ocurrido: Los huesos encontrados por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) en esta área son del cementerio de la aldea Chicoyou, una finca ubicada en el interior del destacamento.

Las osamentas exhumadas ya ascienden a 316, según la última cifra proporcionada por la FAFG, que lleva 5 meses en la sede del Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (Creompaz). La mayor parte fueron encontradas en fosas comunes, con restos de sogas amarradas a sus cuellos o muñecas. Varias fueron enterradas con torniquetes. En el sitio número 5 (donde quedan 20 fosas sin trabajar) había partes desmembradas.

Según los testimonios recogidos por la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público y una entrevista realizada a Juan Osorio Chen, estas osamentas pertenecen a personas acusadas de ser guerrilleras –o con supuesta información sobre ellos–, quienes eran capturadas y trasladadas al destacamento para obtener información. Esta labor estaba dirigida por la Sección de Inteligencia (S2) que operaba en el interior de la zona militar.

Yo no soy el coronel, me llamo Jorge…

elPeriódico trató de entrevistar al general Luis Felipe Miranda Trejo y al coronel César Augusto Cabrera Mejía, quienes de acuerdo a documentos desclasificados y recopilados por el National Security Archive (NSA), dirigieron la Sección de Inteligencia (S2) del destacamento de Cobán entre 1982 y 1983.

Cabrera Mejía estuvo en la Zona Militar 21 entre 1982 y 1983, donde ocupó los cargos de oficial de inteligencia (S2), de personal (S1) y logística (S4). Él fungió además como jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional (1989-1990) y director de inteligencia (D2) (1990-1991), y pasó por gran parte de los destacamentos del país.

En la actualidad, Cabrera dirige la empresa de seguridad Grupo Elite, cuya sede se encuentra en zona 5. Un día antes de acudir a realizar la entrevista, se corroboró con la secretaria de esta compañía que el coronel está todos los días en la oficina, a partir de las 8 de la mañana.

elPeriódico llegó a las 9:00 horas. “¿Se encuentra César Cabrera? ¿César Augusto Cabrera?, “sí, ahora baja”, respondió la secretaria. A continuación le avisó por teléfono. “¿Coronel? Le esperan abajo”. Un hombre con lentes y pelo cano bajó las escaleras. Al subir a su oficina se le preguntó sobre las osamentas halladas en el destacamento de Cobán.

El entrevistado comenzó a respirar profundamente. “Yo no soy esa persona”. “La secretaria le llamó por su nombre, usted bajó a recibirnos”. Siguió respirando de manera nerviosa. “No soy yo… yo me llamo Jorge”. “Pero si la secretaria le llamó coronel y usted bajó a atendernos”. “Él no estaba y les atendí yo”. “¿Y como se apellida?” Tras varios segundos de titubeo respondió “Sandoval”.

Al momento de la despedida, hizo que todos los empleados que estaban en la salida de las instalaciones entraran al recinto, al tiempo que envió a dos agentes de seguridad a seguir a los periodistas de este diario hasta su vehículo. En las siguientes llamadas a la empresa la respuesta fue la siguiente: “Él no se mantiene nunca aquí, no suele venir”. “¿Podría hablar con don Jorge?” “Él sí no sé quién es”.

“Un tema demasiado delicado”

Uno de los oficiales que aceptó conversar fue Edgar Justino Ovalle Maldonado, quien fungió como Oficial de Operaciones (S3) en la base militar de Cobán 3 meses en 1983. Ovalle, abogado y actual secretario adjunto del Frente de Convergencia Nacional (FCN), habló por teléfono, aduciendo que era un tema “demasiado delicado” para conceder una entrevista personal.

“La FAFG ya exhumó 250 osamentas de este destacamento…”. “Según tengo entendido son de los cementerios de dos aldeas: Chicoyouito I y Chicoyouito II”, respondió Ovalle. “Pero las osamentas fueron encontradas con sogas, torniquetes”. “Yo de eso no sé nada. Ahí yo creo que lo más correcto sería que se abocara al Ministerio de la Defensa. No tengo nada que contarle al respecto. Fui tres meses oficial de operaciones, yo me encargaba de los entrenamientos y después me fui para Venezuela”, concluyó.

“Yo me alejé bastante de eso”

El coronel Arturo Guillermo De la Cruz Gelpke ocupó el puesto de comandante a cargo de la Zona Militar 21, en 1978. Además, el Canche De la Cruz fue viceministro de la Defensa en 1988 y diputado del Congreso por el Partido de Avanzada Nacional (PAN), desde 1996 hasta 2004. De la Cruz pasa sus años de vejez en una finca, en la cabecera de Alta Verapaz.

“Quería preguntarle sobre las osamentas encontradas en el destacamento de Cobán”. “Son del cementerio de una aldea que está ahí dentro de la zona”. “¿Y cómo es posible que tuvieran las manos amarradas, torniquetes, sogas al cuello?”. “Ahhh. Yo no me mantuve en contacto con eso porque me alejé bastante de eso. No, no supe”. “Encontraron una fosa con restos de mujeres y niños de Rabinal”. “No supe yo. No, no”.

“Va a comenzar a correr sangre”

Ricardo Méndez Ruiz Valdés fue contactado para solicitar una entrevista con su padre, el coronel Ricardo Méndez Ruiz, quien fue comandante del destacamento desde 1978 hasta 1982. Este indicó que no hablaría, pero añadió que conocía a varios oficiales que estuvieron bajo sus órdenes en Cobán, entre ellos el general Luis Felipe Miranda Trejo, actual presidente de la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua). Agregó que preguntaría si alguno de ellos estaba dispuesto a conversar al respecto del tema.

Méndez Ruiz hijo, quien en noviembre pasado denunció a miembros de la guerrilla por su secuestro en 1982, reiteró que las osamentas encontradas eran del cementerio de la aldea Chicoyouito y aseguró que hay una emboscada en contra de los militares, tanto por parte del Ministerio Público como de la FAFG y los medios de comunicación.

Llamó más tarde para concluir que nadie hablaría. Méndez Ruiz pidió dejar el tema, explicando que es “un terreno peligroso”. “Yo les dije lo mismo que le dije a mi papá. No hablen, no hablen porque eso lleva una mala intención. Hágame el favor, cuente lo que yo le conté, cuál es mi forma de pensar, que es el reflejo de la forma de pensar de los veteranos militares, creo yo. Va a comenzar a correr la sangre otra vez en Guatemala, y ustedes lo van a ver de lejos, y nosotros nos vamos a matar aquí”, concluyó Méndez.

Rony Urízar, vocero del Ministerio de la Defensa, reiteró que el Ejército no puede ofrecer declaraciones oficiales “de un proceso de tal magnitud”.


Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20120806/pais/216096/









Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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