domingo, 16 de septiembre de 2012

PROTESTAS…



INTRODUCCIÓN

“Me pregunté yo misma, como pudo pasar esto, como pudo pasar esto, en un país que nosotros ayudamos a liberar, en una ciudad que ayudamos a salvar de la destrucción”. Así reacciono una incrédula Hillary Clinton ante las protestas violentas que han tenido lugar en vario países musulmanes de del Medio Oriente, como resultado de la publicación de un video que ataca y denigra la figura sagrada de Islam, el profeta Mahoma. A muchos nos resulta increíble la reacción de la señora Clinton, pues como puede ser posible que alguien como ella, considerada una persona muy inteligente y muy hábil en asuntos de política exterior, al grado que se le ha comparado con Henry Kissinger, no sea capaz  de comprender o no quiera admitir que, la razón principal es la postura imperialista y anti musulmana de la política exterior de los Estados Unidos en esa región del mundo y que los habitantes de esa región perciben como tal. Lo terriblemente irónico de todo esto es que son precisamente los mismos sujetos, antes “terroristas” y luego “combatientes de la libertad” entrenados y apoyados por Washington y la OTAN, los perpetradores de estos hechos violentos que, en el caso específico de la destrucción de la embajada norteamericana en Benghazi, Libia, le ha costado la vida a uno de los principales instigadores de la revuelta que culminó con el asesinato de Moamar  Qaddafi, el embajador Christopher Stevens. Obama en respuesta a los ataques a las embajadas norteamericanas dijo: “No permitamos que nunca se nos olvide que por cada turba de enfurecidos hay millones que anhelan la libertad y dignidad, y   la esperanza que nuestra bandera representa”. Marvin Najarro.






PROTESTAS EN EL MUNDO MUSULMAN:
¿Pueden los Estados Unidos lidiar efectivamente - y honestamente - con sociedades musulmanas políticamente fortalecidas?

Senador McCain y Christopher Stevens en Benghazi, Libia, abril 2011
















Por Flynt Leverett and Hillary Mann Leverett


En los Estados Unidos, mucho de las primeras discusiones sobre los ataques en Benghazi se centran en la cuestión que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, puso sobre el tapete: ¿Cómo es posible que esté pasando esto en un país que nosotros ayudamos a liberar, en una ciudad que ayudamos a salvar de la destrucción?

De hecho, no es tan difícil de entender como “esto” - al igual que las protestas en la embajada de EEUU en Cairo, en Sana, Jartum y en muchas otras partes del mundo árabe y musulmán - pudo haber pasado. Pero la mayoría de estadounidenses no quieren, realmente, entenderlo. Pues como lo subraya, Hillary Mann Leverett, en The Ed Show “La cuestión critica aquí es el profundo resentimiento que la gente tiene por la política de los EEUU en toda la región…Odio y resentimiento por la política estadounidense están en el centro del problema aquí. Las comunidades a lo largo del Medio Oriente están furiosas”

Esta realidad está chocando, todos lo días, con las ambiciones de los EEUU en el Medio Oriente. Sin embargo, como lo señala Hillary Mann en MSNBC, los estadounidenses “todavía no han comenzado a entender la enormidad del reto que nosotros enfrentamos mientras los países se vuelven políticamente más activos y la gente tiene más voz”.

En los últimos días, hemos escuchado a más de un político y comentaristas recomendar cortar la ayuda, o demandar que el presidente Morsi de Egipto, adopte una posición retorica más fuerte contra el discurso “extremista” de su propio partido, la Hermandad Musulmana, si quiere la codiciada reunión con el presidente Obama. Contra esto, Hillary Mann replica que “es una fantasía pensar que [los Estados Unidos] tiene cartas para jugar”, con las cuales influenciar a actores locales claves. Las primeras visitas del presidente de Egipto antes de venir a los Estados Unidos, han sido a China e Irán… En estos países el tren ha partido de la estación y, a menos que Washington imagine como adaptarse, su posición estratégica en el Medio Oriente y, por lo tanto, global continuará deteriorándose”.

Hasta aquí, claramente, los Estados Unidos no se están adaptando. ¿Por qué los estadounidenses son tan renuentes a reconocer y enfrentarse con la realidad del Medio Oriente? Hillary Mann, aborda esta cuestión crítica en  Al Jazeera:

Existe una falla fundamental en la estrategia política de los EEUU…y tiene que ver con el imperio. Nosotros miramos a cada país, a cada lugar y miramos a los expatriados que queremos ver en los cafés de Paris, quienes repiten como loros nuestra línea a cerca del liberalismo secular y luego los armamos, apoyamos económicamente y entrenamos para que regresen y, en efecto, impongan un orden político sobre esas sociedades que tienen historias muy diferentes, valores y preocupaciones…Repetidamente escuchamos a esos expatriados - en Iraq, Irán, Libia, en todas partes - nosotros los escuchamos no porque seamos estúpidos sino porque tenemos un enfoque muy determinado en la dominación”.

Especialmente en una temporada política, las elites estadounidenses no parecen del todo inclinadas hacia un examen de consciencia sobre la política exterior después de los eventos de los últimos días. Mucho se ha dicho de los comentarios de Mitt Romney, “disparar primero, apuntar después” (usando la frase del presidente Obama) con relación a los eventos en Libia y Egipto. Pero como lo señala Hillary Mann en Al Jazeera, otros prominentes republicanos - por ejemplo el senador Charles Grassley de Iowa - ha ido mucho más lejos que el gobernador Romney, argumentando que el acercamiento del presidente Obama con el mundo musulmán durante su primer año en la presidencia, notablemente a través de discursos dados en Estambul y Cairo, fue un “error”  que mostró “debilidad”.

Esto es, Hillary Mann señala, “la crítica equivocada”. Pues Obama apenas cumplió la promesa que algunos creyeron era la parte central de sus discursos en Estambul y Cairo en el 2009 - o su promesa de campaña no solamente de terminar la guerra en Iraq, sino también, acabar con la “mentalidad” que ha llevado a los Estados Unidos a involucrarse en un proyecto estratégica y moralmente fallido. En vez de eso, la administración de Obama “se echó completamente atrás” de esos compromisos. La verdadera crítica - la cual Romney, por supuesto, no mencionará - es “por qué es Obama tan deshonesto en sus políticas y, como podría la gente en el Medio Oriente realmente tomar  en serio la palabra de los Estados Unidos de ser una fuerza constructiva”.  Hasta que los estadounidenses y los políticos sean capaces de tratar eso, ellos nunca entenderán “cuál es la razón” de la ira de la gente del Medio Oriente.


Traducción: LaQnadlSol









Publicado por Marvin Najarro
CT., USA. 

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