martes, 3 de febrero de 2015

EE.UU trata de reasegurar el patio trasero a través del cambio de régimen en Venezuela y Argentina

El arreciamiento de la campaña desestabilizadora contra Venezuela y Argentina está cobrando un mayor impulso precisamente en el momento en que se está acelerando, en la actual coyuntura de la crisis global del capitalismo, el enfrentamiento que los EE.UU sostiene actualmente con Rusia y China, en donde el primero busca afianzar su dominio sobre América Latina con el fin de quebrar el expansionismo chino y ruso que ha tenido lugar en la región en los últimos tiempos, dándole de esta manera vigencia a la Doctrina Monroe y al restablecimiento de su dominio sobre su patio trasero.


EE.UU TRATA DE REASEGURAR EL PATIO TRASERO A TRAVÉS
DEL CAMBIO DE RÉGIMEN EN VENEZUELA Y ARGENTINA



Cuando John Kerry, el secretario de  Estado de los EE.UU, en noviembre de 2013 en la OEA, dijo que la Doctrina Monroe era cosa del pasado, muchos se tragaron esa argucia de la diplomacia norteamericana. La realidad es que Washington, que ciertamente ha perdido influencia debido a la presencia de gobiernos de tendencia progresista en varios países de Latinoamérica que rechazan el injerencismo estadounidense, jamás ha renunciado a su prerrogativa como superpotencia imperialista de dominar completamente la región. Unos meses atrás el mismo Kerry dirigiéndose al congreso de EE.UU se había referido a Latinoamérica como “nuestro patrio trasero”. Esto inevitablemente nos lleva a la actual situación en Venezuela y Argentina.

Difícilmente pase un día sin que la prensa estadounidenses publique informaciones tendenciosas a cerca de la crisis política y económica que se vive en estos dos países, es un furioso vendaval desinformativo despiadado tendiente a crear la impresión de caos total, donde nada funciona, todo es corrupción y violencia como resultado de los gobiernos antidemocráticos de Nicolás Maduro y Cristina Fernández que son una amenaza a la democracia regional y a los intereses de los EE.UU. Obviamente lo que se infiere de toda esta andanada desinformativa es que la situación es insoportable para el imperio por lo que se hace necesario un cabio de régimen. Y en este sentido Washington esta movilizado a todas sus fuerzas desestabilizadoras agrupadas en la oposición de la derecha y a sus agentes especiales para que aceleren el proceso del cambio de régimen por cualquier vía posible, preferiblemente la violenta.

El caso de la misteriosa muerte del juez Nisman en Argentina, de la que se acusa directamente a la presidenta Cristina Fernández, y la defección a Estados Unidos de un importante miembro de la seguridad del presidente Chávez, más la llegada a ese país de un militar fugitivo de la justicia venezolana y la presencia en Venezuela de personajes al servicio del imperialismo como Felipe Calderón, Andrés Pastrana y Sebastián Piñeira para reunirse con la oposición en una clara postura injerencista, son elementos que le agregan peso a una conspiración criminal orquestada desde el Norte que tiene como objetivo deponer a los líderes de esos dos países.

Lo que está sucediendo actualmente en Argentina y Venezuela se podría resumir muy bien como la culminación de toda la trama desestabilizadora que desde hace varios años está en marcha con el fin de crear las condiciones internas necesarias para facilitar el golpe final contra estos gobiernos percibidos como obstáculos a la agenda hegemónica de Washington en la región. Este arreciamiento de la campaña desestabilizadora está cobrando un mayor impulso precisamente en el momento en que se está agudizando, en la actual coyuntura de la crisis global del capitalismo, el enfrentamiento que los EE.UU sostiene actualmente con Rusia y China, en donde el primero busca afianzar su dominio sobre América Latina con el fin de quebrar el expansionismo chino y ruso que ha tenido lugar en los últimos tiempos en al region, dándole de esta manera vigencia a la Doctrina Monroe y al restablecimiento de su dominio sobre su patio trasero.

En un artículo publicado por el portal Strategic Culture Foundation, el analista Mahdi Darius Nazemroaya, señala que es importante prestarle atención a los eventos en Latinoamérica debido a que no solamente indican cambios en la región sino que también guardan relación con los eventos en Eurasia. El declinamiento de los EE.UU en el Medio Oriente y el incremento de las tensiones de Washington con la Federacion Rusa y la República Popular de China son eventos que también están teniendo lugar en el Caribe, América Central y América del Sur. En este sentido el analista argumenta, entre otras cosas, que  sin ninguna duda los Estados Unidos están tratando de reafirmarse en América Latina y el Caribe y que Washington no solo está tratando de eliminar a competidores como Rusia y China, sino que además, busca disminuir el ascenso de Argentina y Brasil como potencias mundiales. Por otra parte EE.UU quiere disolver o controlar el Bloque Bolivariano y acabar con su trabajo a través del ALBA. Nazemroaya afirma que tanto Venezuela y Argentina son objetivos de la política del cambio de régimen de los EE.UU, y sobre esto escribió lo siguiente:

“Ambos La Habana y Washington piensan que pueden manejar y sacar provecho del acercamiento cubano-estadounidense sin ser manipulados el uno por el otro. En cuanto a Cuba, una facción del establishment de la política exterior de los Estados Unidos -así como opositores al gobierno cubano que trabajan en los think tanks estadounidenses- creen que Estados Unidos puede cooptar a Cuba e instalarlo en la órbita de Washington a través de las reformas comerciales y económicas que va a cambiar el sistema normativo de Cuba.

La opinión de la élite en Washington, sin embargo, todavía cree que los EE.UU pueden reconquistar América Latina y el Caribe. Esta es la razón por la que Venezuela y Argentina son objetivos estadounidenses. El cambio de régimen, tanto en Buenos Aires y Caracas es parte de una estrategia global. Incluso la guerra energética que incluye la caída de los precios tiene a Argentina y Venezuela como objetivos simultáneamente con los rivales de Washington en Eurasia. Con la caída manipulada de los precios de los energéticos –que daña a rivales de EE.UU como Irán, Rusia y Ecuador- el gobierno venezolano ha tenido que hacer recortes en su presupuesto, mientras que las ambiciones de la Argentina para convertirse en un exportador de energéticos con la ayuda de Rusia están ahora en cuestión.

En Venezuela, el precio de los energéticos está perjudicando a la economía y la capacidad del gobierno de Venezuela para sostener sus programas sociales. Los problemas económicos causados por la caída del precio de los energéticos están siendo utilizados por la oposición apoyada por Estados Unidos para avivar de nuevo las llamas de la sedición en Venezuela a la espera de renovar las protestas contra el gobierno en 2015. El cambio de régimen en Caracas continua estando en la mesa de diseño.

Al sur de Venezuela, la presión sobre el gobierno argentino se ha renovado aprovechando la muerte de Nisman el 18 de enero. Nisman, quien desde hace diez años como fiscal especial había estado investigando la explosión en un edificio perteneciente a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), fue encontrado muerto con una herida de bala en la cabeza en el baño de su apartamento que estaba bajo llave. Antes de su muerte se había dado a conocer que él estaba trabajando con elementos de la Secretaria de Inteligencia Argentina para presentar un caso contra la presidenta Kirchner que probablemente se habría utilizado para removerla de su cargo. Como los fondos buitres, la muerte de Nisman y la politización del caso AMIA están siendo usados como pretexto para la interferencia estadounidense en los asuntos de Argentina”.

Teniendo como antecedente el historial intervencionista de los EE.UU en América Latina, pocas dudas quedan flotando en el ambiente en el sentido de que este será un año muy crítico para los gobiernos de Venezuela y Argentina, sobre todo para el proceso revolucionario bolivariano venezolano que sin duda se encuentra en una situación bastante delicada dada la magnitud de la campana de agresión desatada en su contra.


Las deserciones de elementos ligados al gobierno y las posteriores acusaciones contra importantes funcionarios de estar implicados en el narcotráfico, el papel del vicepresidente norteamericano Joe Biden -denunciado por el presidente Maduro- anticipando el derrocamiento del gobierno venezolano, y las irresponsables declaraciones del ex presidente colombiano, Andrés Pastrana  al periodista de Univisión, Jorge Ramos, acusando a Venezuela de ser un santuario de las FARC y luego decir que la elección de una señorita colombiana como Miss Universo le traía a la memoria la caída de la dictadura venezolana en 1958, cuando por primera vez una colombiana ganó ese concurso internacional de belleza, no son eventos aislados o productos de la imaginación como quiso hacerlo ver el periodista de Univisión. Son una cadena de acciones muy bien coordinadas, al mejor estilo de las operaciones psicológicas de la inteligencia norteamericana, cuyo objetivo es preparar el terreno para el asalto final. Guatemala y Chile son algunos ejemplos.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

No hay comentarios.: