domingo, 3 de septiembre de 2017

Lilian Tintori en Marruecos con 200 millones de bolívares: ¿verdad o mentira?

<<Pillan a Lilian Tintori comemierda del imperio capitalista con 200 millones de bolívares. La portavoz de EEUU, venezolana, dijo que eran para su abuelita (de 100 años), según una voz popular insistió a los policías: La pobre no tiene ni seguro médico>>


LILIAN TINTORI EN MARRUECOS CON 200 MILLONES
DE BOLÍVARES: ¿VERDAD O MENTIRA?


Por Maité Campillo

Una fiscal venezolana, unos yihadistas en Barcelona… y un café en Casablanca

Volvía de un viaje a Marruecos, el reportero que le dan trabajos sin ton ni son, para tenerle entretenido en algo. Charlie entró en el periódico como todos los que entran, recomendado, enchufado, pero no bien recibido. A Charlie le sienta grande el traje destinado como reportero ajeno a su medida. María, compañera de redacción, se mofa de él; Charlie, ¿quien te dio manga tan ancha en este mundo de parcelas? (contraído como estaba, con cara de estreñimiento crónico, siempre que salía del despacho del director), diría que de “reportero” tienes lo que yo de monja de clausura… ríe María cómplice, intentando trasmitir sosiego y confianza al compañero. El director del periódico y jefe de redacción, le había enviado a Marruecos, alejándole, y, de paso hacer un reportaje del ‘Café Casablanca’, donde curiosamente se vendía de todo menos café; el whisky adornaba la mayoría de las mesas con cubos de hielo y jarras de agua entre otras sustancias alucinógenas. El jefe de redacción le dijo, Charlie ve y escribe algo sobre los magnates que aterrizan por el ‘Casablanca’ (con sus “niños y niñas”), los manejos y trapicheos, en fin… cosillas de esas, que estamos en verano! Eso sí, lo adornas con algo romántico-sexual, y, no te pases con los gastos, está claro?, la cosa no está pa` bollos… ya me entiendes ¡Si lo haces bien igual hasta te da

para escribir un libro (ja,ja,jaaaa, ríe burlesco ante el reportero, que mira su cara embotijada, como si las venas a flor de piel le fueran a reventar de Whisky), ¡sí, le insiste, de esos policíacos que tanto se venden entre el populacho snob!

El vestuario aconsejado a Charlie, por el director del periódico, le da un aspecto más parecido a un vendedor judío de jo-joyas, que periodista, y, no porque en los apuros tartajee imposibilitándolo expulsar palabra en boca al jefe; con el agravante según la opinión de éste, de despistado y poco observador. Eso sí, y ésto, no lo podrá negar, ¡Charlie pasa desapercibido en cualquier parte de la tierra fundiéndose, capaz de convertirse en un santiamén en piedra, canto rodado, árbol o arbusto, monte, gota de lluvia o soplo de viento…. Charlie tiene su cosa de eso estoy segura!!! Se alojó en uno de esos hoteluchos destartalados e inamovibles; entre continente y contenido la suciedad aflora entre rincones dando una cierta sustancia y olor a los fogones. La comida se alimenta de forma deliciosa del olor rancio de la desidia convertida en mierda. Charlie es un lince con olfato a puchero “comer es lo primero, la batalla ha de llegar después”; reafirma sus principios ante el espejo. Y, como les dije, lo van a comprobar, insisto… Charlie tiene su cosa. Nuestro protagonista se vio con toda una semana por delante a sus anchas. El mismo día de su llegada a la caída de la noche, lo primero que hizo fue disfrutar “de sus vacaciones en tierra africana”, sin olvidar su misión, por supuesto; directo hacia el Café Casablanca.

Empezó a aterrizar en tierra de forma campechana con la primera birra espumosa, en vaso de a litro como si de un katxi se tratara de Aste Nagusia, poteando entre calles de un Bilbo en fiestas. Como iba solo, se sentó en taburete, en un extremo de la barra para mejor dominar la vista panorámica de la clientela. Con el objetivo por delante se dirigió al camarero consciente de que, contrario a lo que dice el jefe (de que literatura es literatura y punto), él cree que hay literatura verdad y literatura mentira. Y se dirigió al barman con la seguridad de sentirse ingeniero del verso y obrero, diezmado por las parcelas del poder… ¡Pero a lo mejor las cosas cambian!, piensa y se responde a sí mismo, de que la realidad (la verdad), es la base de la literatura, ¡aunque el periodismo no se le parezca!!! A primera vista (¡quién lo diría!, según el jefe…), le llamó la atención que muchos individuos llevaban gafas de sol estando en un local poco iluminado; donde precisamente el sol brillaba por su ausencia!

Hay que decir a su favor que Charlie domina varios idiomas: español, inglés, francés, alemán, ruso, chino, árabe, esperanto y “zalameo”, por parte de padre. Y en ese Café hasta catalá, habló, con una pareja de turistas despistada entre magnates ¡Bien podía haber dedicado Charlie el tiempo a otros menesteres, pues donde hay patrón no manda marinero, que para hacer de borriquito, de estos tiempos, el inglés, anda sobrado para pizzas y hamburguesas con cerveza y Coca-cola. El café Casablanca a esas horas de la noche estaba abarrotado. Chicos y chicas con cuerpos de gimnasio, pasean por el local contorneándose en busca de presa fácil, generosa en dolar. A Charlie no se le acercó nadie. Emprende diálogo pues con el camarero, en árabe, por lo que éste, pensó, que sería algún policía de esos que aparecen de vez en cuando a meter nariz por el ojo de la cerradura invisible; pero el dueño del local era un pariente

lejano del rey alaudita, esto era seguridad, y mucha, algo así como carta blanca hasta para desaparecer sombras molestas en la noche. Después de enterarse un poco del tejemaneje del famoso Café, gracias, a dejar una suculenta propina al camarero (pese a los consejos del jefe), se fue al hotelucho a descansar. Antes de acostarse pasó unas notas en su cuaderno con la última birra de la noche. Sí, Charlie tiene su cosa.

Se levanta pletórico tras dormir su primera noche a pata suelta. De camino hacia el desayuno compra un periódico marroquí; se sienta en la primera terraza que ve. Entre café y café, engulle media barra de pan crujiente en abundante aceite de oliva con azuquita moreno, y un jugo de naranja de postre. Al cabo de un par de horas, encamina sus pasos nuevamente hacia el Casablanca. Allí es que vio a la Tintori la escuálida esposa de Leopoldo López (agitador fascista de Venezuela), se pregunta, ¡pero coñoooo que hace ésta aquí perdida en el océano! Ve que se sienta en una mesa junto a la suya, en la que ya había dos personas: un hombre regordete con bigotín de la SS, y una mujer más joven que la Tintori, hablando en inglés entre palabras groseras al más puro castellano. Pese al poco olfato entre “observancia y despiste” Charlie desarrolla oreja alargándola hacia la otra mesa; mientras escucha el dialogo, pone cara de atragantado y ojos chiribita, a lo inocente. Se atraganta con el Martini lleno de hielos, y el camarero le lleva una jarra de agua pensando en la propina.

(Diálogo en tráfico a toda vela) Pues sí, señora Tintori, tenemos comprados a casi la mitad de los mandos militares, y casi a todos los corruptos policías de las principales poblaciones, dos ministros nos pasan información, sí, también la fiscal general, Luisa Ortega, y su marido diputado chavista trabajan con nosotros.

¡No me hablen de la fiscal, esa zorra, aunque ahora esté con nosotros vive a cuerpo de rey! ¿Han visto su casa, el lujo del que dispone? ¡Los mejores vestidos, perfumes, obras de arte, millones de dólares, mejor que nosotros! ¡¡que nosotros!!

No se preocupe Sra. Tintori, su marido será el próximo presidente y Ud, la primera dama; tendrá palacios, mansiones, mayordomos, jo-jo joyas y obras de arte, oro, incienso, mirra, y nosotros el petroleo.

¡Ahí mismo…!!! Fue como Charlie aflojándose la corbata del nudo de los cuyons, se dio cuenta, que los interlocutores de la Tintori eran agentes de EEUU (o sea, gringos piratas traficantes de guerras, con ese acento a lo Berlanga). La conversación transcurrió más o menos en los términos conspirativos de que lo que asegurará la felicidad “de su libertad” (a los López):

¡ES EJECUTAR TODO LO QUE SE MUEVA!!!

No vamos a reprimir el fogueo sobre Venezuela Sra. Tintori, váyase tranquila, ¿acaso no es ésta nuestra misión? Dijo el gringo dirigiéndose a la ‘dama venezolana’. Charlie había puesto la grabadora del móvil para captar lo mejor posible el tráfico de palabras; no está mal para ser el primer día, se dijo, reconfortándose.

El segunda noche volvió al Café Casablanca. Observó la abundancia de Whisky sobre las mesas y pidió uno al camarero, para no desentonar el choque de fuerzas en la velada. Un hombre de mediana edad toca al piano, La Tempestad, de Claude Debussy. Esta vez nuestro periodista acopiado de arrojo de aventura se sienta al lado

de una joven re-maquillada hasta las uñas bajo las medias, desprende olor a perla majorica; indudablemente Carlie tiene su cosa. Se presentó en francés; es más sexy, pensó, y en francés le respondió la perla de la Concha. Aunque la chica le atraía como gimnasia rítmica, no estaba ahí para eso, se dijo, “sino para escribir un puto reportaje, y quizá, si la cosa da para cuerpo de rey, algún libro para leer en verano en la playa” ¡Y, sí, la cosa parecía que daba para eso y más! Nuestro protagonista mira hacia la barra; ve a los mismos personajes del día anterior hablando con tintorerías Tintori; y dos hombres más, de apariencia Hassiana II. Sin despedirse de la doncella del mar de las naranjas, le guiña el ojo izquierdo como diciendo ¡vuelvo! Agarró su whisky, mechero, tabaco… “y a lo sonso se acerca a la barra a pedir al camarero unos hielitos del bloque de roca helada para su vaso” ¡Y ahí se quedó! Contemplativo y nostálgico a lo Bogart codo en barra repanchigado, entre los conspiradores yanquis, marroquíes, y la centrifugada Tintori. Tras un nuevo guiño del ojo izquierdo a la muchacha que paciente espera; nuestro personaje se centra lo mejor que puede en la conversación en inglés de los traficantes de guerras y, Promociones Provocadoras (S. A-venezolana), junto a los guardaespaldas marroquíes que también toman whisky. Charlie se sintió observado, alargó el vaso sonriente, a forma de saludo.

II parte de la opera` en manos de los directores de la orquesta

A Charlie lo que estaba oyendo aquella noche en el Casablanca no le interesaba demasiado; hablaban de viajes, de ciudades, de ciertas cantidades de dinero depositadas en paraísos fiscales ocultos en bancos extraterrestres ¡Países que ni Dios!, ha oído hablar de ellos… Pero de pronto escuchó la palabra BARCELONA, y se dijo, ¡ñoooo!!!, ¿que están estos gringos con estos moriscos hablando de Barcelona? Agudizó el oído a la lengua de serpiente ante la proximidad de tormenta: Sí, ya sabéis que hemos ingresado la cantidad fijada de antemano en la reunión de París; el resto depende de la cantidad de muertos tras los atentados, a más muertos más dinero, está claro, y, los yihadistas que reclutéis mejor muertos que vivos; cuanto más fanáticos e ignorantes mejor. Todo atado y bien atado; señaló como para asentar la conversación. Tenemos a un imán corrupto, traficante de drogas, pero que ahora está legal protegido por inciertos servicios policíacos: España Realista, Francia FRANCOfona y Bélgica. Ha reclutado y adoctrinado a unos 10 o 15 jóvenes fieles, a lo que él diga; dispuestos a matar infieles y morir por Alá. La cosa está en hacer varios atentados seguidos en pleno mes de agosto en Barcelona; ya han elegido los lugares más emblemáticos de la ciudad para causar más impacto a escala internacional. Al imán se le ha pasado una considerable cantidad en dólares, no hay problema; igualmente a su familia, que vive aquí en Marruecos. Podéis estar seguros que el imán será una víctima más; lo que les ocurra a los demás… “no será nuestra la responsabilidad”.

Charlie pensó que al whisky le habían echado algo; goteó el licor como un niño tras el biberón, cruzándose a forma de nudo en la garganta todas las lenguas a la vista entre los rayos de todos los idiomas en su cabeza; le salvó el “zalameo”, pensar en el “idioma” paterno dio fuerza al nudo de su corbata. Nuestro protagonista en acción

creyó que lo que oía no era real, sino alucinaciones; que los moriscos no eran marroquíes, sino gabachos; y, que la pareja de yanquis de la CIA, eran dos turistas bromistas, disfrazados de carboneros, cargando petróleo al hombro. Se restregó los ojos y pidió agüita ¡con gas por favor! Está degustando su agua cuando se le arrima un mozo decorado a lo clowns (pero más parece a un ejército de botones), que le hizo perder el hilo de la escucha; le despachó a la desgarrada del chulo, con un ademán de manos como diciendo ¡tira pa´yaaaa… y, cuando se dio cuenta los conspiradores habían desaparecido! Y ésta vez, no pudo grabar, na de na… Empuña el agua gas interactiva. Seguro de que lo que ha escuchado lo ha oído de verdad, se dijo así mismo ¡¡Y AHORA A QUIÉN LE CUENTO YO ESTO!! El director es un fantoche, además de fascista, que solo le interesa las horas que pasa con sus protegidas ¡Ahhh, sí, está María… creo que le caigo bien, y ésta no está vendida! Es la jefa de deportes claro, pero bueno, a lo mejor hacemos algo esperpéntico (y el eco responde), de cómo el imperio maneja los hilos conspirativos, asesinando miles de inocentes por el mundo; Barcelona, es un ejemplo, o Venezuela… ¿pura coincidencia?


NOTA

Arrestan en Libia a un líder del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), y predicador de una mezquita quien más tarde confesó ser un oficial del Mossad. El cabecilla identificado como Benyamin Efraim utilizaba el apodo ‘Abu Hafs’, es de hecho un ciudadano israelí, que opera en una de las unidades especiales del servicio de inteligencia israelí (el Mossad), y realiza operaciones de espionaje en países árabes e islámicos. Comenzó su misión en Libia, liderando un grupo afiliado al EIIL de 200 miembros y se trasladó a la ciudad de Bengasi (Este de Libia) disfrazado de predicador. Fuentes libias dijeron que Abu Hafs había intentado infiltrarse en Egipto, y que la banda que comandaba estaba entre los grupos terroristas más violentos que habían amenazado con extender los conflictos a Egipto. Desde la aparición del grupo ultraviolento Daesh en 2014 se dieron a conocer informes que relacionan a las altas cabecillas del organismo terrorista con la inteligencia israelí. Un documento revelado por el secretario general de Derechos Humanos en las Naciones Unidas, Haitham Abu Said, puso de relieve en julio de 2014 que el líder del EIIL, Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Baghdadi, era un agente del Mossad, y recibió entrenamiento militar por parte de esta agencia, y de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU (CIA). El exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), Edward Snowden, reveló entonces que el EIIL fue creado por un trabajo conjunto entre los servicios de Inteligencia de Israel, EE.UU y Reino Unido. Tiene como objetivo principal provocar conflictos y “caos controlado” en Oriente Medio, contribuyendo a la seguridad de Israel; confirmó Efraim Halevy, exjefe de Mossad (1998-2002).



Maité Campillo (actriz y directora de teatro)






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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