miércoles, 27 de diciembre de 2017

Las razones ideológicas detrás de la decisión de Guatemala de trasladar la embajada a Jerusalén

La decisión del gobierno guatemalteco de apoyar la movida de los Estados Unidos en la reubicación de las respectivas embajadas a Jerusalén saca a luz una alianza de larga data con Israel en la aniquilación indígena.


LAS RAZONES IDEOLÓGICAS DETRÁS DE
LA DECISIÓN DE GUATEMALA DE
TRASLADAR LA EMBAJADA A JERUSALÉN


Por Ahmad Moussa

Tras la reciente decisión de la administración Trump de trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén después de haber reconocido a Jerusalén como la capital de Israel, la Asamblea General de las Naciones Unidas en una sesión de emergencia votó abrumadoramente para condenar esta medida unilateral.

De acuerdo al conteo final, 128 países votaron a favor de la resolución y nueve países votaron en contra, mientras que 35 se abstuvieron. Guatemala fue uno de los nueve países que votaron en contra y recientemente confirmó sus planes de trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.

Tal decisión no fue motivada por razones económicas, para contrarrestar la amenaza de los Estados Unidos de recortar fondos por no cumplir con su decisión; fue simplemente una decisión ideológica –un reflejo y parte integrante de un escenario más amplio- de carácter genocida con el propósito de la aniquilación y supresión de los pueblos indígenas que se remonta a la limpieza étnica y la Nakba de los palestinos.

De manera similar, los mayas, los pueblos indígenas de Guatemala, estuvieron sujetos a niveles de violencia estatal genocida entre 1975 y 1983, cuando al menos 600 aldeas mayas fueron destruidas.

Una relación de larga data

En 1947, Jorge García Granados siendo el embajador guatemalteco en la ONU apoyó activamente la creación del Estado de Israel en relación con el Plan de Partición de las Naciones Unidas.

García Granados fue miembro del Comité Especial de la ONU para Palestina donde sus amplios esfuerzos de cabildeo ayudaron a la creación de este estado nación, y Guatemala fue el primer país latinoamericano en reconocer a Israel, creando un efecto dominó en América Latina, con otras naciones siguiendo el ejemplo.

Una de las declaraciones más reveladoras de Granados que demuestra la solidez de una larga relación de cooperación e instigación de los asentamientos coloniales contra los pueblos indígenas por parte de las dos naciones, fue su punto de vista sobre la cuestión de Palestina el 10 de octubre de 1947:

"Lo que ha caracterizado a una nación ha sido su cultura y no el número de habitantes. En 25 años, el pueblo judío ha dejado en Palestina la marca indeleble de una cultura destacada, que caracterizó al país incluso más que la cultura árabe: Palestina no era más árabe de lo que ciertos países españoles de América Latina eran indios".

En un artículo publicado en el Jerusalén Post del 10 de abril de 2014, titulado "Israel-Guatemala: Una amistad sorprendentemente estrecha", el autor afirma que "tropezó con pruebas de que las huellas israelíes se pueden encontrar en muchos aspectos de la vida cotidiana del país centroamericano". .

"La influencia y participación israelí", continuó, "son muy prominentes en Guatemala, e incluyen infraestructura civil, soluciones para la purificación del agua y tecnologías modernas, pero se encuentran especialmente en el campo de la seguridad".

Una alianza genocida

Cuando profundizamos en esta noción del campo de seguridad o lo que Jeff Halper llama "securotocracy", nos damos cuenta en dónde están realmente estas huellas, debido a la profundidad de esta alianza genocida entre los dos países en relación con la erradicación de indígenas, algo que el artículo obviamente no menciona.

La implementación exitosa de la crueldad genocida guatemalteca contra los mayas fue el resultado del papel de Israel como colaborador e instigador del proceso. La Nakba cometida por Israel que causó el desplazamiento de 750,000 palestinos y la destrucción de 531 aldeas palestinas se ha convertido en un proceso permanente y gradual que Israel globaliza en otros contextos como Guatemala por razones ideológicas y de políticas de seguridad.

El uso de herramientas contemporáneas de vigilancia, tecnología, análisis telefónico, software y armamento por parte de Israel, "probado en el campo" contra los palestinos, ayudó al genocidio de los mayas en Guatemala.

Promoviendo la agenda Sionista

Cuando observamos el rol de Guatemala promoviendo y apoyando la erradicación indígena tanto contra los palestinos como contra los mayas, las declaraciones de Granados, promoviendo y apoyando la agenda sionista enfatizando la superioridad cultural, son clave para entender la naturaleza permanente del rol de Guatemala en el sionismo y la ideología evangélica, adoptada por cristianos sionistas, con su reciente reubicación de la embajada.

Israel se ha involucrado en una campaña peculiar de genocidio cultural conocida como la judaización de Jerusalén, donde durante décadas ha estado aplicando activamente esta realidad sobre el terreno a través de la violencia estructural como la invasión de colonos, la expansión de asentamientos, la imposición de permisos de construcción que son imposibles obtener, des-desarrollo a través de la falta de infraestructura y servicios municipales, la revocación del estatus de residencia de los palestinos, y la imposición de impuestos municipales discriminatorios y desproporcionados.

De gran relevancia son la censura y el control del plan de estudios como un intento unilateral de erradicar la narrativa palestina. Estas son las tácticas de lo que se conoce como limpieza étnica burocrática, una perpetuación de la Nakba para eliminar de la tierra y su demografía a los indígenas palestinos, que en cierto modo  los palestinos llaman "ocupación por reemplazo".

Uno de los medios para lograr este objetivo ha sido a través del establecimiento del grupo derechista llamado Fundación Ir David, también conocido como Elad, que tiene como objetivo lograr la judaización de Jerusalén mediante la creación de una presencia judía a través no solo de las tácticas mencionadas anteriormente, sino también a través del turismo y las excavaciones arqueológicas con la ayuda y asistencia del apoyo y financiamiento evangélico.

Entrenados por los israelíes

El ex general guatemalteco Efraín Ríos Montt fue acusado recientemente por su rol fundamental y participación en crímenes de lesa humanidad y genocidio contra indígenas mayas de Guatemala.

El ex general le manifestó a ABC News que su éxito se debió al hecho de que "sus soldados fueron entrenados por los israelíes". Fue el primer presidente evangélico de Guatemala que se alineó con el movimiento pentecostal de derecha y fue pastor en la Iglesia del Verbo y considerado amigo cercano de la derecha cristiana y los neoconservadores en los Estados Unidos, tales como Pat Robertson.

Durante este período genocida, Efraín Ríos Montt había lanzado lo que se conoce como el Plan Nacional de Seguridad y Desarrollo, para enseñar al pueblo sobre el nacionalismo y para integrar a los campesinos y los pueblos indígenas en el Estado.

Vemos el papel y el apoyo de los movimientos evangélicos dedicados a la asimilación de los pueblos indígenas en instituciones como el Instituto de Lingüística de Verano en Guatemala, acusados de prácticas de etnocidio bajo la apariencia de investigación y evangelismo al "emplear datos lingüísticos especializados en la traducción de la Biblia a las lenguas indígenas y, por lo tanto, de convertir a los indios a sectas evangélicas fundamentales”.

Esto es lo que representa el actual presidente evangélico de Guatemala, Jimmy Morales, que niega que haya ocurrido un genocidio contra los mayas.


En medio de tales injusticias incrustadas en nuestra conciencia global, estas son enseñanzas estremecedoras que surgen de los eventos que se aplican tanto al contexto maya como al palestino, reiterando y exponiendo de manera profunda experiencias similares y compartidas de violencia opresiva e hipocresía de nuestros días.

En un cementerio en Chichicastenango, los familiares de un hombre asesinado por el ejército guatemalteco declararon: "En la iglesia nos dicen que la justicia divina está del lado de los pobres, pero el hecho es que son los militares quienes reciben las armas israelíes".

Guatemala es para los mayas lo que Israel es para los palestinos: aniquiladores santurrones.




Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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