miércoles, 21 de febrero de 2018

Los EE.UU están ejecutando un plan de guerra global

Estados Unidos se está embarcando en un plan de guerra global, como se puede discernir a partir de los graves acontecimientos que se desarrollan en Siria, la Península de Corea y Ucrania. Cada escenario se puede entender como un punto de presión sobre Moscú o China para, que de alguna manera, accedan a las ambiciones estadounidenses de dominio global.


LOS EE.UU ESTÁN EJECUTANDO
UN PLAN DE GUERRA GLOBAL


Por Finian Cunningham

Washington, está avanzando de manera inevitable en un plan de guerra global. Esa es la sombría conclusión a la que uno tiene que llegar como resultado de lo que viene aconteciendo en tres escenarios de guerra.

Al fin y al cabo, se trata  del imperialismo estadounidense intentando imponer su hegemonía sobre el orden internacional en beneficio del capitalismo estadounidense. Rusia y China son los principales objetivos de este asalto global.

Los tres escenarios de guerra en curso corresponden a Siria, Corea del Norte y Ucrania. Estos no son conflictos diferentes, desvinculados. Son expresiones interrelacionadas de los planes de guerra estadounidenses. Planes de guerra que implican el despliegue del poderío militar estratégico en la posición requerida.

La masacre de la semana pasada de más de 100 miembros de las fuerzas del gobierno sirio por parte de aviones de guerra estadounidenses cerca de Deir ez-Zor fue un audaz y explicito asalto de los Estados Unidos contra el Estado sirio. Estados Unidos, junto con otros aliados de la OTAN, han estado hasta ahora librando una guerra de terceros de siete años (cambio de régimen)  contra el aliado de Rusia, el presidente Assad. La masacre de la semana pasada ciertamente no fue la primera vez que las fuerzas estadounidenses, presentes ilegalmente en Siria, han atacado al ejército sirio. Pero ahora parece más claro que nunca que las fuerzas estadounidenses están operando explícitamente en la agenda del cambio de régimen. Las tropas estadounidenses actúan sin tapujos como un ejército de ocupación, desafiando a Rusia y su apoyo al Estado sirio que cuenta con autorización legal.

Incrementando las preocupaciones internacionales, hay múltiples informes de que contratistas militares rusos estuvieron entre las víctimas del ataque aéreo liderado por Estados Unidos cerca de Deir ez-Zor la semana pasada.

En cuanto a Corea del Norte, Washington está saboteando descaradamente los esfuerzos diplomáticos en curso entre los respectivos liderazgos coreanos en Pyongyang y Seúl. Mientras que este diálogo intercoreano ha estado ganando impulso, Estados Unidos ha estado posicionando durante todo este tiempo bombarderos B-52 y B-2 con capacidad nuclear en la región, junto con al menos tres portaaviones. Según los informes, los B-2 también están armados con bombas anti-búnker de 14 toneladas, la ojiva no-nuclear más grande del arsenal estadounidense, diseñada para destruir los silos de misiles subterráneos de Corea del Norte y "decapitar" la cúpula de Kim Jong-un en Pyongyang.

El vicepresidente estadounidense Mike Pence, mientras asistía a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, dirigió un contundente mensaje de guerra. Dijo que la reciente distensión entre Corea del Norte y el aliado de los Estados Unidos, Corea del Sur, llegará a su fin "tan pronto como se apague la llama olímpica", cuando los juegos finalicen a finales de este mes. Esta política beligerante de los Estados Unidos anula por completo los esfuerzos de Rusia y China para facilitar la diplomacia de paz intercoreana.

Mientras tanto, la situación en el este de Ucrania luce del todo desalentadora debido a lo que se percibe como una inminente invasión liderada por Estados Unidos de la región separatista de Donbas. Según los informes, los inspectores militares del Pentágono arribaron a la Zona de Contacto que separa las fuerzas del régimen de Kiev respaldadas por Estados Unidos y los separatistas pro-rusos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. El comandante militar de Donetsk, Eduard Basurin, advirtió que la llegada de asesores militares del Pentágono y de otros países miembro de la OTAN, como Gran Bretaña y Canadá indica que las fuerzas armadas de Kiev se preparan para un nuevo ataque contra la población rusa de Donbas.

Incluso los normalmente complacientes observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), encargada de monitorear el alto al fuego nominal a lo largo de la Zona de Contacto, recientemente han comenzado a reportar sobre peligrosos desplazamientos de armas pesadas por parte de las fuerzas de Kiev, en violación de los Acuerdos de  Paz en Minsk de 2015.

Si las fuerzas de Kiev lideradas por los EE. UU proceden con la ofensiva anticipada el próximo mes en Donbas, existen temores reales de que haya un gran número de víctimas civiles. Esa "limpieza étnica" del pueblo ruso por parte de las fuerzas del régimen de Kiev que abrazan abiertamente la ideología neonazi probablemente precipitaría una intervención a gran escala por parte de Moscú como una cuestión de defensa humanitaria. Tal vez eso es lo que los estrategas estadounidenses están apostando y que luego podrá ser presentado por los complacientes medios de comunicación occidentales como "otra agresión rusa".

El analista político estadounidense Randy Martin dice: "Es innegable que Washington está en pie de guerra en tres escenarios mundiales. La preparación para la guerra es, de hecho, la guerra”.

Añadió: "También debe considerarse la última Revisión de la Postura Nuclear publicada por el Pentágono a principios de este mes. El Pentágono declara abiertamente que ve a Rusia y China como objetivos, y que está dispuesto a usar la fuerza nuclear para hacer frente a las guerras convencionales y lo que el Pentágono considera una agresión asimétrica”.

Martin dice que no está claro en este momento que es lo que Washington quiere exactamente.

"Por supuesto, todo tiene que ver con la búsqueda de la dominación global que sea consistente con el imperialismo estadounidense como se expresa, por ejemplo, en la Doctrina Wolfowitz después del final de la Guerra Fría", dice el analista.

"Pero que es lo que Washington quiere específicamente de Rusia y China es la pregunta. Evidentemente está utilizando como recurso la amenaza de la guerra y la agresión. Pero no está claro qué es lo que apaciguaría a Washington. Quizás un cambio de régimen en Rusia, donde el presidente Putin es remplazado por una figura obediente y pro-occidental. Quizás que Rusia y China renuncien a sus planes de integración económica euroasiática y abandonen sus planes de abandonar el dólar estadounidense en las relaciones comerciales”.

Una cosa, sin embargo, parece muy clara. Estados Unidos se está embarcando en un plan de guerra global, como se puede discernir a partir de los graves acontecimientos que se desarrollan en Siria, la Península de Corea y Ucrania. Cada escenario se puede entender como un punto de presión sobre Moscú o China para, que de alguna manera, accedan a las ambiciones estadounidenses de dominio global.

Sin duda alguna, Washington se está comportando de manera imprudente y criminal en su conducta, violando la Carta de la ONU y un sinnúmero de otras leyes internacionales. Actúa descaradamente como un régimen deshonesto sin la menor insinuación de vergüenza.

Sin embargo, Rusia y China difícilmente capitularán. Simplemente porque la ambición estadounidense de la hegemonía unipolar es imposible de lograr. El orden posterior a la Segunda Guerra Mundial, que Washington pudo dominar durante casi siete décadas, se está volviendo obsoleto a medida que el orden internacional se transforma naturalmente en una configuración multipolar.

Cuando Washington acusa a Moscú y Beijing de "tratar de alterar el orden internacional para su beneficio", lo que los gobernantes estadounidenses están admitiendo tácitamente es su ansiedad de que la hegemonía estadounidense está en decadencia. Rusia y China no están haciendo nada ilegítimo. Es simplemente un hecho de evolución histórica.

Así que, en última instancia, los planes de guerra de Washington resultan inútiles en lo que están tratando de lograr mediante la coacción criminal. Esos planes no pueden revertir la historia. Pero, demoníacamente, esos planes podrían destruir el futuro del planeta.

El mundo está otra vez al borde de un precipicio como lo estaba antes en la víspera de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. El capitalismo, el imperialismo y el fascismo vuelven a ser protagonistas.


Como opina el analista Randy Martin: "Los gobernantes estadounidenses están saliendo del armario para mostrar de manera brutal su verdadera naturaleza de querer librar una guerra contra el mundo. Su ideología supremacista y militarista es, incontrovertiblemente, el fascismo en acción”.






Publicado por La Cuna del Sol
USA

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